El Mago Zon pasa por una mala racha, el circo se quebró, ya no lo contratan en las piñatas, no encuentra trabajo por ningún lado...
Desesperado se va a una montaña con la intención de suicidarse pero antes de lanzarse al vacío exclama:
—¡Ya no me ayuda ni el diablo...!
En ese momento, a sus espaldas escucha una voz que le dice:
—¿Me llamabas hijo?
El mago voltea a mirar y ve un hombre de color como de dos metros de estatura quien le pregunta:
—Que es lo que deseas...
—Deseo volver a ser famoso, tener mucho dinero y muchas mujeres...
—Bien, voltéate, bájate los pantalones y colócate en el piso como un perrito.
—¡Oiga! —exclama el Mago Zon— ¡yo se lo que quiere!, ¿usted está creyendo que yo soy gay?
—Y usted ¿está creyendo que yo soy el diablo?
Colaboración de Fragancias Estelares
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