—Cuando estábamos de novios, me tomabas las manos con dulzura...
Él, de mala manera, se dio media vuelta, le tomo una mano por unos instantes, y trataba de dormir nuevamente cuando su esposa volvió a hablar:
—En ese entonces después de tomarme las manos, me besabas con pasión...
Con un poco de enojo, él se volteo nuevamente, le besó la mejilla, suspiró y trataba de dormir nuevamente cuando su esposa volvió a hablar:
—Recuerdo que eras muy apasionado, cuando me besabas también me acariciabas el pecho...
Ahora, ya mas enojado, él se voltea, bruscamente frota la mano contra los pechos de su mujer, y trataba de dormir nuevamente cuando su esposa volvió a hablar:
—No puedo olvidar lo fogoso y apasionado que eras... cuando me besabas y me acariciabas el pecho, también me mordías el cuello... Ahora si muy enojado, el marido se levanta de la cama, toma la bata y se dirige hacia el baño... su esposa un poco preocupada le pregunta:
—¿A donde vas, amor mio?
—¡¡¡ VOY A TRAER LOS DIENTES...!!!!
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