—Este se llamará Hipopótamo,... Este será León,... Este será la Cebra,... este es el Burro...
Y así continuó poniendo nombres mientras los animales pasaban: toro, leopardo, pelícano... De pronto el burro se regresa y pregunta:
—Disculpe, ¿como fue que me dijo que me llamaba yo?
Adán le da una palmadita en el lomo y le responde:
—Burro, tu eres el burro.
Pasaron un par de minutos y regresa el burro con la misma pregunta:
—Disculpe, ¿como fue que me dijo que me llamaba yo?
—Burro, burro. —Le contesta Adán.
Así continuaba el nombramiento de los animales, y el burro cada vez volvía con la misma pregunta:
—Disculpe, ¿como fue que me dijo que me llamaba yo?
Esta ya era como novena vez que el jumento preguntaba lo mismo, y Adán no resistió más y le gritó:
—¡BURRO; IDIOTA!!!...
El burrito se agacha compungido y dice gimiendo:
El burrito se agacha compungido y dice gimiendo:
—Yo ya casi me aprendía mi nombre, y usted ahora me dice el apellido... ¡¡¡Así se confunde cualquiera...!!!