La mujer obedece pero al salir del vestidor le dice al médico:
—¡Doctor no encuentro mis bragas...!
—Señora —contesta el médico—, fíjese bien, si las dejó allí, allí tienen que estar...
La dama vuelve al vestidor, no encuentra nada y sale diciendo:
—Definitivamente no están allí; creo que debo llamar a mi abogado.
El médico no sabe que decir, va personalmente al vestidor, no encuentra la prenda, y aunque evidentemente preocupado prefiere mostrar la calma que debe tener un inocente.
Sin importar el nerviosismo del médico, la dama saca su móvil y marca el número de su abogado. Cuando la llamada es respondida, ella le da la espalda al galeno y bajando un poco la voz dice:
—¡Hola abogado!... ¿por casualidad no he dejado mis calzones en tu oficina?
Chiste enviado por ROSULO V
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