CHISTES FINOS
Un hombre que ha estado en una noche de copas y persiguiendo muchachas sin conseguir de ellas absolutamente nada, llega finalmente a su casa, y como no consiguió nada afuera, decide brindarle una gran noche de pasión a su esposa.
Entra a la alcoba en silencio, con la luz apagada, se desnuda, se mete entre las sábanas, y comienza a propinarle una serie de muy sabias caricias que dan su fruto en solo un par de minutos. Ella tiró su pijama hacia el techo y respondió a sus caricias de una forma como tal vez jamas lo había hecho, y terminaron en una noche de pasión desenfrenada.
Luego el hombre satisfecho va al baño, pero al entrar, su sonrisa de satisfacción se borra por completo al ver que su esposa está saliendo de la ducha. Sorprendido y sin poder dar crédito a sus ojos exclama:
—Pero si te acabo de dejar rendida en nuestra cama...!!!
—No mi amor, yo aún no me he acostado, como ves, estaba tomando una ducha...
—Entonces, ¿quien carajos acaba de brindarme sus favores tan ardientemente? —Dice el hombre abriendo desmesuradamente los ojos.
La esposa lo mira, reacciona y sale corriendo a la vez que grita:
—MAMÁAAA!!!!
Cuando la esposa llega a la alcoba, encuentra a su mamá tomándose una copa de vino, sonriente y satisfecha, mirando embelesada hacia el techo. La joven esposa se tapa el rostro con sus dos manos y recrimina a su madre diciendo:
—Pero madre, ¿Como es posible que haya pasado esto, porqué no le dijiste nada?
La madre, tras un apagado de ojos, hace un desplante volteando su cara hacia un lado y con mucha dignidad responde:
—Hija mía, no podía decirle nada; Tu sabes que a ese desgraciado de tu marido, yo no le hablo...!!!
eso si no le habla pues no le habla
ResponderEliminarGracias por tu comentario
EliminarJajaja! Increíble el descaro de esta mujer! Que excusa tan fingida XD
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