—Discúlpeme caballero pero es que voy de prisa porque estoy buscando a mi esposa...
—Que casualidad, mi esposa también se me ha perdido y si no la encuentro pronto, va acabar con el cupo de las tarjetas...
—Que casualidad, mi esposa también se me ha perdido y si no la encuentro pronto, va acabar con el cupo de las tarjetas...
—Bueno, quizás nos podamos ayudar mutuamente ¿como es su señora?... descríbala por favor
—Si... ella es espigada, rubia, cara afilada muy linda, pechos firmes y un poquito abundantes, piernas largas bien torneadas, cintura pequeña. caderas redondas... y ¿como es la suya?
—¡No importa! olvídese de mi esposa y vamos A BUSCAR LA SUYA...!!!
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