La empleada cumplía enviando correos cada vez que consideraba que había algo importante, con textos similares a estos:
"Patrón, se está acabando el mercado."
"Patrón, hay una nueva gotera en la cocina."
"Patrón, anoche cortaron la energía por 2 horas."
"Etc., etc."
Un buen día la empleada le envió el siguiente correo:
"Patrón, su gato se mató."
El ejecutivo se angustió muchísimo ya que ese había sido su mascota favorita durante los últimos años; es más consideraba al gato como un miembro más de la familia. Una vez repuesto de la impresión que le había causado esta fatídica noticia, le respondió el mail a su empleada en estos términos:"- María: Con noticias como la muerte del gato, hay que tener mucha prudencia. Usted sabe bien cuanto quería yo a ese animalito y su lacónica noticia estuvo a punto de causarme un infarto.
Esas noticias hay que darlas pero con mucho tacto, poco a poco y no de un solo golpe. Por ejemplo si usted me envía un primer correo diciéndome, -Su gato se subió al tejado...-, un segundo correo diciendo -El Gato no quiere bajarse... -, de esa manera yo iré presintiendo cual va a ser el desenlace de la situación y estaré preparado para el final".
Espero que le quede muy claro lo que le digo y que no vuelva a ocurrir algo similar."
Pasaron unos días sin que ocurriera algo importante para comunicarlo por correo, hasta que una tarde el hombre recibió el siguiente mail de su empleada.
- "Patrón, su mamá se subió al tejado..."
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