CHISTES FINOS.
Un día Juan recibe la visita de un viejo amigo y sorprendido por la visita, llama inmediatamente a su esposa para presentarla.
—"Tesorito" —Dijo—: Ven que quiero conozcas a uno de mis mejores amigos...
La esposa acudió de forma inmediata, y Juan tomándola por un brazo, se dirigió a su amigo:
—Luis, este es el "amor de mi vida".
Pasaron a la sala y nuevamente Juan se dirigió a su esposa;
—"Amor mio", por favor trae unos tragos que esto hay que celebrarlo. "Mi Cielo" ya sabes... para mi sin hielo.
Se sentaron los tres y cada vez que Juan se refería a su esposa lo hacia con sobrenombres cariñosos como "gordita", "terroncito", "preciosa", "corazón", etc..
Pasados unos minutos, la esposa se disculpó para ir a la cocina a traer unas botanas. Luis aprovechó para hablar con Juan con respecto a la forma como él la trataba.
—Amigo mio —Le dijo—. Estoy realmente encantado de la forma como tratas a tu mujer; llevas cinco años de casado, y aún la tratas con una dulzura impresionante, llamándola de mil formas cariñosas... ¿Siempre ha sido así?
—Si casi desde el principio —Dijo Juan acercándose al oído de su amigo para decirle en tono muy bajo: —Lo que ocurre es que como desde los dos meses de casado se me olvidó el nombre de ésta vieja...!!!
Un día Juan recibe la visita de un viejo amigo y sorprendido por la visita, llama inmediatamente a su esposa para presentarla.
—"Tesorito" —Dijo—: Ven que quiero conozcas a uno de mis mejores amigos...
La esposa acudió de forma inmediata, y Juan tomándola por un brazo, se dirigió a su amigo:
—Luis, este es el "amor de mi vida".
Pasaron a la sala y nuevamente Juan se dirigió a su esposa;
—"Amor mio", por favor trae unos tragos que esto hay que celebrarlo. "Mi Cielo" ya sabes... para mi sin hielo.
Se sentaron los tres y cada vez que Juan se refería a su esposa lo hacia con sobrenombres cariñosos como "gordita", "terroncito", "preciosa", "corazón", etc..
Pasados unos minutos, la esposa se disculpó para ir a la cocina a traer unas botanas. Luis aprovechó para hablar con Juan con respecto a la forma como él la trataba.
—Amigo mio —Le dijo—. Estoy realmente encantado de la forma como tratas a tu mujer; llevas cinco años de casado, y aún la tratas con una dulzura impresionante, llamándola de mil formas cariñosas... ¿Siempre ha sido así?
—Si casi desde el principio —Dijo Juan acercándose al oído de su amigo para decirle en tono muy bajo: —Lo que ocurre es que como desde los dos meses de casado se me olvidó el nombre de ésta vieja...!!!
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