El profesional después de los más profundos exámenes llega a la conclusión de que el problema es del marido, así que propone conseguir a un hombre diferente para embarazar a la esposa.
El señor Perez accede a la solución ya que su más grande deseo es tener una familia completa. A la señora le encanta la idea, pero disimula para no quedar en evidencia y pone un ligero obstáculo diciendo:
—Pero doctor, usted diciendo es que yo debo acostarme con otro hombre y eso va contra mis principios. Además ¿donde podríamos conseguir al hombre ideal para semejante propósito?
—Por eso no se preocupe —dice el médico—, yo consigo a un hombre decente, de buenos principios, que esté perfectamente bien de salud y que tenga algún parecido con su marido. Se lo envío el próximo viernes en las horas de la mañana.
Simultáneamente para ese mismo día, los vecinos de la casa contigua habían llamado a un fotógrafo para retratar a su bebe.
El fotógrafo se confunde y llega es la casa de los Perez. La señora Perez le abre y el hombre muy simpático le dice:
—Señora muy buenos días, vengo por lo del bebé...
—Ah si, pase por favor, ¿desea tomar un trago antes...?
—No señora, gracias. El alcohol no va bien con este tipo de trabajo. Además cuanto más rápido empecemos, mejor.
—Como usted diga —dice la señora—, ¿entonces vamos a la habitación?
—Prefiero que empecemos aquí en la sala... pueden ser dos en la alfombra, dos en el sofá, luego dos en el jardín...
—¿Pero cuántos van a ser? —Lo interrumpió alarmada la señora.
—Normalmente seis, pero si usted lo desea, pueden ser más.
—No, yo creo que seis estaría bien...
—Antes de empezar quiero que vea algunos de mis trabajos —dijo el fotógrafo sacando el álbum—: Mire este niño; esto fue logrado en un jardín, los vecinos salieron a mirar y hasta me aplaudieron. Este otro me dio un poco más de trabajo, porque la señora estaba muy nerviosa y me tocó pedirle que no viera, que se pusiera de espaldas para yo poder logar mi cometido, pero lo logré. Mire que hermoso que me quedó.
La señora estaba desconcertada, no podía darle crédito a sus ojos ni a sus oídos, pero el fotógrafo continuaba hablando:
—Mire estos gemelos. Esto si fue fácil y rápido; solo fueron dos disparos, flash... flash... y listo, ¡me quedaron perfectos! Pero no perdamos más tiempo ¿empezamos ya?
—Si, si... cuando diga —contestó la asustada señora.
—¿Perfecto! Entonces voy por el trípode.
—¿Trípode? para que... —Dijo la señora a punto de un desmayo.
—Para ayudarme... es que mi equipo es muy grande y requiero del trípode para apoyarlo, porque con las dos manos no alcanzo a sostenerlo... ¿señora? ¡¡¡SEÑORA PORQUÉ CORRE!!!....¡¡¡SEÑORAAA...!!!
Escribe tus chistes en Los COMENTARIOS
Compartir un Chiste es donarle una sonrisa a tu Universo
Envía el chiste con un amigo
▼
No hay comentarios:
Publicar un comentario