El taxista al verlos que casi no podían ni caminar de la borrachera decidió aprovecharse de ellos, les permite subir, enciende el motor, lo apaga inmediatamente y les dice:
—Bueno mis amigos ya llegamos.
El primer borracho saca dinero de su billetera y le paga
El segundo borracho le da una palmadita en el hombro y le da las gracias.
El tercer borracho le da tremendo golpe con los nudillos de las manos en la coronilla.
El taxista sorprendido cree que este borracho se había percatado del timo, y le dice:
—Señor, ¿porqué me pega de esa manera?
El borracho le pega de nuevo y le contesta:
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